domingo, abril 15, 2007

Hasta el Ocaso

Su voz escuchándose vacía
entonaba cantos de tristeza
mirando hacia el infinito
bajo el mirar de las estrellas.

Paseaba en la noche
por constelaciones de fantasía
dejándose llevar
por la divinidad de su ser.

Despertó entre la naturaleza
de su alma cautiva
y vivió bajo el atardecer
de cada palabra que su voz dio.