martes, diciembre 27, 2005

Revés

Un domingo al revés del día
en donde el sol no da calor
y la sangre se torna incolora
ante un bocado de violencia
que provoca excitación.

Los cabellos negros son percibibles
bajo la oscura sombra
de un templo abandonado
en el que ningún miserable
se atrevió a arrodillar.

Las mentes enloquecen
en un atardecer
que derramó su color rojizo
sobre complejas visiones
llenandolas de llanto.