martes, mayo 30, 2006

Caídas

Lamentos de perros
aulladores de luna
presagiaron la muerte
de ángeles guías
una noche víspera
del día final.

Murmullos de antiguos
amantes nocturnos
sollozaban ante declaraciones
poco habituales de soledad
ante personas ajenas
a toda vida normal.

Señales misteriosas
dieron la bienvenida
a un día soñado
donde los cuerpos se alejaban
a horizontes distintos
y la calma perduró.