Carta a la vejez
Hoy te veo ahí parada
con vestiduras raídas
y una felicidad esquiva.
Hoy te converso con paciencia
escuchando tu testimonio
con el alma abierta.
Hoy te cuido como ayer
guiando tus pasos al caminar
para que puedas sonreír.
con vestiduras raídas
y una felicidad esquiva.
Hoy te converso con paciencia
escuchando tu testimonio
con el alma abierta.
Hoy te cuido como ayer
guiando tus pasos al caminar
para que puedas sonreír.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home