Caminata
Su alma paseó nauseabunda
por aquel malecón solitario
que tomó como suyo,
donde un abismo negro
juntaba en su horizonte
el mar y el cielo de noche.
Las estrellas se ausentaron
ante un recuerdo maldito
de besos alejados
y la luna derramó lágrimas
que cayeron sobre el lecho
de una ilusión espiritual.
por aquel malecón solitario
que tomó como suyo,
donde un abismo negro
juntaba en su horizonte
el mar y el cielo de noche.
Las estrellas se ausentaron
ante un recuerdo maldito
de besos alejados
y la luna derramó lágrimas
que cayeron sobre el lecho
de una ilusión espiritual.
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