jueves, julio 06, 2006

Paradero 46

Bajo una noche fúnebre
de llantos desgarradores
se le vio venir a través
de un rayo de luz
a la espera de la medianoche.

Sus pasos fueron agitados,
su vestido atraía la oscuridad,
su boca se llenó de silencio,
su mente se ensordeció
al irse por la cárcel de su alma.