lunes, octubre 02, 2006

Ex - Excepción

Después del ocaso lució diferente,
maloliente e inconsciente.
Su llanto patético reflejó
la vil realidad de infidelidades
agonizantes en su tiempo.

Miró por parques
la imagen de su desdicha,
al ver su cuerpo escapar
entre las calles
de una ciudad sin nombre.

Al reposar sobre su solitario lecho,
sintió las suaves caricias
sobre su delicado cabello
y cayó en profundo sueño
al sentirse vacío.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Es demasiado?

Por un momento es como un cuchillo q vuelve a la herida a hacer lo q le corresponde.

Pero, después me doy cuenta q la herida ya no duele como antes, es más, ya no la reconozco como mía

Creo q eso es bueno...

Saludos

3:13 p. m.  

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