martes, agosto 15, 2006

Tzarine

Caminó por templos abandonados
y se refugió en estrellas vigilantes
que iluminaron su piel adolescente.

Su voz se deslizaba con el viento
y formaba cantos de sirena
bajo el reflejo de la luna.

Su alma se desvaneció entre montes
dandole aliento al amanecer
con la virginal esencia de su vida.