Al final del pasillo

Hoy la moral se vistió de traición
como la oda de las hojas que caen en otoño
bajo un sol que se aburrió de brillar
sin estrellas que acompañen su andar
una tarde que huyó en silencio.

Buscaré la razón entre sus cabellos,
aquellos que reposan sobre el sueño
de ver su reflejo en el amanecer
ante lo incierto de mi silencio.

Tal vez una noche despiste al destino
recorriendo la luz de sus ojos
mirando en mi cuarto, escondido,
el tiempo perdido de las almas que no están.

El refugio de los secretos será la sonrisa
que se dibuja en una historia ante la prisa
del instante en que pueda buscar
un momento para no olvidar.

Hoy la moral se vistió de traición,
¿cómo poder esquivarla?
sin el refugio en una respuesta ausente
bajo las sombras de la memorias 
de un triste final.

Vida

Dormías sobre el velo de cuatro noches

dejando pasar la sonrisa del ayer

dando vueltas en fantasía.

Volabas sobre el sueño infinito del amanecer

siguiendo a la soledad de noche

hablando a escondidas.

Dejabas tu ser regocijarse en la nada

sintiendo esa brisa suave de verano

cayendo en sutil sueño.

Hoy siento tus pasos recorriendo el parque,

escucho tu tibia palabra susurrar al infinito,

pero no estás acá

en la frialdad de un amanecer 

que no quisiste ver.

Entre el mar y la miel

Perdido sigo un recuerdo

entre octubre y marzo
buscando tus ojos de cristal
negros como la soledad,
blancos como mi esperanza.

Recorro sin sentido el pensamiento

de aquel frío febrero
sintiendo tu sonrisa de luna
iluminando toda esperanza,
escondiéndose bajo nubarrones.

Esbozo tu cabello al viento en desorden

que perseguí un diciembre en paz
tocando tu piel distante
suave como el amanecer,
dura como el alma desgarrada.

Sueño tu cuerpo desnudo

sin tiempo ni lugar
cayendo en ese abismo
sin querer regresar,
no sin fe.

Silencio Tripartito (II)

La noche cuenta su secreto entre árboles y la brisa del mar,
con su luz de luna tenue me mira y se esconde en la oscuridad,
el silencio murmura y sonríe entre cada espacio solitario
descansando sobre el viento suave de tu sonrisa.

La inmensidad tiene fin en la hora de tu adiós,
con la mañana que nunca llega y que espera radiante,
el sol no da calor necio en su agonía
espera secarse entre la lluvia que llora su pena.

El deseo de tu sentimiento sollozante se esconde entre recuerdos,
sin pesar se entrevera entre la algarabia de lo gris del cielo;
el tiempo que es cómplice se desvanece sin mediar
deseando el infinito de la complejidad.

Dejaría el amanecer descansar sobre el bullicio ajeno,
mientras la vida se despide del nacer
allá donde la inmnesidad tiene un fin distinto,
alá donde muere el deseo de la piel.

Poema al Final del Límite

Un jueves en el que la brisa
se apodera de tu silencio
reposando sobre la tarde
eterna
donde el tiempo no sigue
su camino
de paciente espera...
solitario.

Un jueves donde la medianoche
se esconde
entre las promesas
negadas
donde el destino
se pierde
entre la maleza de su soledad...
misteriosa.

Un jueves donde el infinito
se acerca
sigiloso
entre la nada de una visión
oscura
donde el deseo
se confunde
con el estribillo de una oración...
cautiva.

Poema Anónimo

Guardaré tu voz
en el secreto
de ese abismo lejano
donde escondióse
mi verso,
el verso cautivo
de una noche
donde la luna
iluminó
aquel laberinto
de ilusiones...
perdidas,
distantes.

Tus ojos
serán el remedio
de esa tristeza
sollozante,
reprimida
urgida de exiliar
su pensamiento
hacia el abismo lejano
de su albur,
donde el miedo
retiróse…
lento,
vacilante.

Ciclo Silencio

Silencio...

el sol se oscureció

en su espacio de ilusión,

agazapándose en estrellas

sin brillo,

lejanas.

Silencio...

el tiempo se detiene

en su miedo,

avanzando despacio

sin motivo,

melancólico.

Silencio...

la oración perdió la fe

rogando a la nada,

dejando la penitencia

al abismo,

incrédulo.

Silencio...

el ruido se ocultó

entre la penumbra

del murmuro

sin aliento,

mudo.

Silencio...

más silencio,

hasta la nada

de un por qué.